El salario emocional son todas las retribuciones no económicas que reciben los colaboradores por su trabajo. Aunque es una compensación de carácter no monetario, tiene un impacto en la calidad de vida de los colaboradores y ayuda a hacer un sentido de pertenencia con la organización.
De este modo, el salario emocional recompensa a los colaboradores yendo un paso más allá de la retribución económica por su trabajo. Esta retribución está diseñada para contribuir al equilibrio personal, laboral y social del trabajador, mientras aumenta la competitividad de la empresa, gracias a la mejora de la productividad y motivación de la fuerza laboral.
El salario emocional se podría considerar como una apuesta ganar-ganar para la organización. Ya que le permite mantener felices a sus trabajadores y disfrutar de todos los beneficios asociados a ello.
¿Cuáles son las características del salario emocional?
Las 10 características del salario emocional
La mexicana Marisa Elizundia, especialista en recursos humanos, lleva muchos años investigando las características del salario emocional. El objetivo de su investigación es crear un nuevo paradigma laboral para redefinir cómo pensamos el trabajo.
Así, ha creado una herramienta llamada Barómetro del Salario Emocional. La misma se basa en investigaciones científicas que miden los beneficios puramente emocionales que obtienen las personas de sus empleos y permite determinar qué es lo que caracteriza al salario emocional.
Autonomía. Las personas necesitan tener la libertad de gestionar sus propios proyectos y tiempo.
Pertenencia. La conexión con la empresa y el resto de los integrantes de la organización es clave. Los trabajadores desean sentirse valorados dentro de un equipo.
Creatividad. Los colaboradores también buscan que su trabajo les permita explorar, hacer las cosas a su modo y dejar una huella.
Dirección. Estar en una empresa que les posibilite ver más allá de la posición actual y tener aspiraciones profesionales a medio y largo plazo es otra de las características del salario emocional.
Disfrute. El talento también quiere disfrutar de lo que hace y que su trabajo sea motivo de placer.
Inspiración. Sentirse inspirados por los valores y líderes de la organización es otro de los beneficios emocionales que esperan los trabajadores.
Crecimiento personal. El personal también busca que su empleo le ayude a aprender de los propios errores y crecer como ser humano.
Crecimiento profesional. Asimismo, las personas quieren ser parte de empresas que les permitan aplicar sus talentos y desarrollar sus fortalezas y habilidades para convertirse en mejores profesionales.
Maestría. La satisfacción de haber hecho algo bien y mejorar continuamente adquiriendo nuevos conocimientos a través del tiempo es otra de las búsquedas de los individuos.
Propósito. Finalmente, las personas quieren que su trabajo esté alineado al propósito de su vida.
5 ejemplos de salario emocional
El salario emocional es un factor fundamental en la retención del talento. Cada vez más las personas eligen una empresa para trabajar por factores que van mucho más allá del tema salarial.
Horario flexible: Cumplir con las ocho horas pero sin tener horario estricto de entrada o de salida, lo verdaderamente importante es realizar nuestro trabajo sin necesidad de estar las ocho horas en una oficina. Salvo las mentes más cerradas, todo el mundo entiende ya que cumplir un horario no es sinónimo de productividad. Por eso, el horario flexible es uno de los mejores salarios emocionales.
Beneficios sociales: Seguros, planes de jubilación, ayudas a la educación de los hijos, apoyo de transporte o comedor.
Espacios de distracción en la empresa: Aquí las organizaciones ofrecen a sus empleados salas de descanso, salas de juegos, salas con televisión, gimnasios u otras salas dedicadas a desconectar del trabajo.
Capacitación: Ayuda en capacitación y formación que no esté directamente relacionada con nuestro trabajo diario como idiomas, talleres literarios o de cualquier otro tipo y que el trabajador considere necesario para su desarrollo personal.
Reconocimiento: El reconocimiento al trabajo bien hecho. Y no me refiero a un reconocimiento monetario sino simplemente a las palabras o a los gestos. Palabras tan sencillas como “gracias”, “enhorabuena”, “bien hecho”, “confío en ti”, son parte de un salario emocional que compensa y satisface en ocasiones mucho más que cualquier retribución económica.
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